La contaminación cruzada se produce cuando los alimentos entran en contacto con agentes externos y tóxicos para nuestra salud. En el caso de personas con condición celíaca, el gluten es el factor de riesgo más peligroso para el paciente celíaco o con intolerancia a esa proteína. Por ello, se debe tener especial cuidado no sólo al preparar los alimentos, sino al usar durante la preparación de recetas o cocina cotidiana cualquier utensilio, superficie, ingrediente o plato que haya estado en contacto con el gluten.